'Diario de una dama de provincias' de E. M. Delafield

El día a día de nuestra dama de provincias está lleno de travesuras infantiles, compromisos sociales, obligaciones caseras, un marido con tendencia a dormirse, una cocinera que la intimida,... Todo nos lo cuenta en su diario, en cuyas páginas descubrimos sus sentimientos ante una realidad que muchas veces la apabulla.

'Diario de una dama de provincias' me ha gustado mucho porque tiene esa virtud, que tanto admiro en los libros, de hacer amenos e interesantes los hechos más más normales y cotidianos. Y lo consigue en gran parte gracias a la honestidad de su protagonista que no se guarda nada y con ironía, desesperación, humor negro, frustración,... comparte con nosotros aquello que oculta al resto.

En ese sentido, la historia de la dama de provincias me ha provocado sensaciones muy distintas: de risa pero también de cierta melancolía. 

Y es que al igual que los bulbos que lleva de un lado a otro y que no acaban de prender, parece que también a ella le cuesta encajar en la vida que le ha tocado dentro de una sociedad muy llena de convencionalismos, en la que es difícil remar contra corriente. Así la vemos por ejemplo acudir a reuniones de comités que no le aportan nada más que más trabajo en su ya apretado día a día, a fiestas de puro compromiso o ante un matrimonio con un marido con el que ya no tiene mucho que decirse.

Albert Chevalier Tayler

Todo ello da la impresión de que la protagonista no coge las riendas de su vida y se deja llevar por lo que se supone que tiene que hacer y que en general no lo trae más que agobios y no demasiada satisfacción.

Vivencias que de alguna manera también animan a pensar en uno mismo y la cantidad de cosas que en ocasiones tenemos alrededor y que no nos provocan precisamente felicidad.

Pero al mismo tiempo la autora consigue también dar a la trama ese toque sarcástico que te hace reír, que tan bien le viene, y que es sin duda uno de los secretos del éxito de este libro.

Al igual que en la vida real, cuando estás ante una situación desquiciante y te entra la risa floja o contraatacas con los típicos comentarios con sorna para aligerar un poco el momento. Pues lo mismo le ocurre a nuestra protagonista y es ahí, especialmente en las Duda, Nota o Recordatorio que va añadiendo a sus propios pensamientos cuando he leído los fragmentos que más simpáticos y certeros me han parecido y que además nos muestra que nuestra dama no solo son sus obligaciones, sino que también "ve" las cosas, que tiene opiniones propias y sabe expresarlas.

Os dejo un par como ejemplo que me parecen muy lúcidos:

Duda: ¿No es el odio compartido uno de los vínculos más fuertes de la naturaleza humana? Mi respuesta, desgraciadamente es afirmativa. 

¿No es a menudo el silencio más efectivo que la elocuencia extrema? 

Así que, como no podría ser de otra manera, la dama de provincias me ha conquistado por su sinceridad y su ternura y también su sentido del humor. Por eso estoy deseando leer la continuación de su diario 'La dama de provincias prospera' en el que espero de que las cosas le vayan bien; le he cogido cariño... ¡no he podido evitarlo :-D!